Por Juan José Campos Loredo
In Memoriam, Alberto Lara Piña (1972-2020), Actor y cómplice..

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“¿Es no es teatro? Esa es una pregunta que hace mucho me dejo de interesar”, dice enfática Didanwee Kent, investigadora escénica en la serie de entrevistas de “Archivo Zombie” que realiza en estos días La Comuna: Revolución o futura vía zoom (1) con respecto a lo que ahora se hace de teatro desde las nuevas formas de “ver” la escena, desde las presencias que ella define como telemáticas. Y con ello, un costalazo a quienes todavía nos desgarramos las vestiduras en busca de encontrarle sentido a lo que hace tiempo dejo de tenerlo, situación que, sin duda, ha generado una riqueza de discusión y reflexión entre la comunidad artística mexicana (2).

¿Es o no es teatro, lo presentado a través de la mediación de un dispositivo audiovisual? “Esto no es teatro” nos reclama de manera franca en su monólogo, la actriz Natalia Goded. (Monólogos de la contingencia, Mayo 2020. Centro Cultural Helénico) y nos arroja a pensar a ello, mucho más allá de la emotividad. Y bueno, a varias semanas de vivenciar las posibilidades, podría parecer a estas alturas, tal pregunta ya retórica. Ante la severa crisis de salud que inunda el planeta entero, algo inédito para todos los seres humanos, esta crisis nos ha llevado a este estado de contingencia, obligándonos a permanecer en casa dejando las labores del exterior en una pausa, ya para muchos exasperante. Y a pensar... y repensarnos mucho. Muchísimo.

En días de reacomodo en el caso de México, el final de la “Sana distancia” en aras de volver a la normalidad, el pasado mes de mayo, nos dejó varias cosas en lo que compete a las Artes en general y en este caso, al Teatro en particular, en lo que se refiere a su “regreso” a esa normalidad. La clara amenaza de mantener los espacios escénicos cerrados por mucho más de lo que podría soportar, volviendo apremiante sobre todo, la parte económica del sector dedicado a  los creadores, quienes, en la total insolvencias por la falta o atraso de pagos u honorarios, han visto pasar este encierro “voluntario” en la total indefensión ante la cancelación repentina de presentaciones, de proyectos y todo aquello relacionado con la actividad que llevamos a cabo.

El panorama no es nada alentador en lo que a la gestión de lo económico ahora se visualiza, pero una cosa que ha sido palpable es el accionar de varios creadores y- no negarlo- algunas instituciones para reactivarse y tratar de volver a “los escenarios” sean estos los que fueren, así los haya desde la mentada “virtualidad” misma.

Muchas teclas y charlas se han exponenciado en estos tiempos de COVID 19, en el claro intento de no dejar de hacer algo, de explicar cómo el fenómeno afecta las actividades humanas y la reflexión ha sido una constante y en los más de los casos, estos ejercicios de encuentro desde la palabra han sido maravillosos. El explicar las cualidades y posibilidades de lo que ahora tendrá que hacerse ante la carencia de los espacios físicos y la apertura consiente de las tecnologías como, aparentemente, UNICAS posibilidades de invasión para hacer llegar las propuestas y mantener activos a creadores escénicos.

"Los fines. Historia colectiva desde escenarios íntimos. Textos: Giuliana Kiersz. Dir. Sara Pinedo.
Teatro UNAM, Mayo, 2020

Desde la publicación abierta de obras completas de repertorio, filmadas para ver en casa de grandes creadores y/o compañías teatrales en México y el mundo, o bien,  “lecturas de atril”, pasando por las dinámicas generadas por la UNAM (3) en  procesos creativos desde el video arte, tales como “Acción + Aislamiento”, “Tejiendo Redes” o la poderosa “Los Fines. Historias colectivas desde escenarios íntimos", que combinan a hacedorxs de teatro y danza; o bien, la convocatoria de monólogos del Centro Cultural Helénico (4) para actores independientes, el proyecto de Tercera Llamada y su Live on line now (5) con monólogos también, pero en un esquema que reúne a 9 actores, 9 directores y 9 dramaturgos de la escena comercial e independiente, extendido ahora, hasta lo que se le ha nombrado como el Ficstream (6), modalidad que invita a pagar en línea un acceso para ver desde casa, mediante la plataforma Zoom- la más usada para todo estos “en vivos”-, una obra de teatro cuyas características buscan empatar en la medida de lo posible con la experiencia teatral: actores conectados en el momento de la transmisión, desarrollando una escena o situación frente a los dispositivos como la laptop o celular y los más sofisticados, con una o más cámaras profesional en una trasmisión más pro, vía streaming.


Y justo eso, acá en tierras del San Luis Potosí, también lo inició en días recientes, el Teatro Polivalente del Centro de las Artes de San Luis Potosí (7), a través del programa que conmemora los 4 años de este ya, importante espacio escénico de la capital potosina, #VivoElArte, Acciones Escénicas Desde Casa, convocando diversas agrupaciones del país, presentándose en una primera semana, Teatro Bárbaro (Chihuahua, Chihuahua), el actor Anton Araiza (CDMX), la compañía de danza contemporánea Moving Borders (Costa Rica- México) y aún por presentarse, Teatro al vacío (México- Argentina, 6 de junio) y la compañía potosina Monos Teatro de Sayuri Navarro y Darío Álvarez (13 de junio, San Luis Potosí, S.L.P.).
De lo presentado hasta ahora el pasado fin de semana, la experiencia fue dispar. Con complicaciones caseras para poder ver a la compañía de Moving Borders (me disculpo tremendamente), tuve oportunidad de ver lo presentado por Teatro Bárbaro: “Filos” y “Arrullos para Benjamín”. Aquí hablaré de lo que creo se vuelve interesante a analizar en estos días: la forma de buscar transmitir su mensaje desde la mediación de la tecnología audiovisual.


“Filos” de Pilo Galindo, bajo al dirección de Luis Bizarro, (viernes 29 de mayo), no fue un ejercicio muy afortunado para esta traspolación del acontecimiento: una cámara fija colocada enfrente del escenario, en donde la lógica coloca al público, sin mayores recursos (nada de iluminación, sonorización y mínima musicalización), fue como ver una obra al desnudo, que dejó ver carencias actorales serias, una muy plana y sosa dirección y una resolución de puesta que, a los pocos minutos, dejaba de atraer la atención por más ganas que uno le pusiera. Unos muy largos 70 minutos cuyo disfrute, no se generó en ningún momento. Aquí, el dispositivo de grabación colocado de manera directa frente a la escena, (cual grabación solicitada para solicitud de becaria o festivalera), le negó la posibilidad de alguna (si acaso pudiera haber habido) interacción con el espectador del otro lado de la pantalla.
El actor Anton Araiza (sábado 30 de mayo), presentó Café Descafeinado (más allá del insomnio), tres historias donde el trabajo visual se vuelve un tanto más atractivo, en la idea de contar tres momentos, tres historias, desde esa intimidad que dan los espacios personales. Con cortes que permitían cambios de vestuario y espacio, así como ajuste de color a las tomas de acuerdo a las circunstancias, con tomas de médium shut, la relación con el dispositivo permitió un mayor atractivo y esa interlocución para una historia narrada con la clara presencia de lo que la mediaba para con el espectador, en un lenguaje tendiente a coquetear a lo cinematográfico, a manera de corto ficcional autoreferencial.

"Arrullos para Benjamin" de Hasam Diaz. Dir. Rogelio Quintana. Teatro Bárbaro.

Por último, de nueva cuenta Teatro Bárbaro (domingo 31 de mayo), con un montaje dirigido al público infantil: “Arrullos para Benjamín”. La jugada era a 2 o 3 cámaras, con una dirección de las mismas que permitía una mayor concentración en los momentos. Un escenario donde la iluminación, sonorización, audio e iluminación, además de una maravillosas actuaciones (en particular de los dos muy jóvenes actriz y actor) en esta, más que tierna pero cruda historia de abandono y soledad compartida, hizo que la experiencia fuera más que disfrutable y con ello, se abriera la posibilidad de disfrutar el teatro convencional- es decir, el papel del espectador solo desde la butaca como mero y llano espectador- y darle sentido a vivir esta experiencia desde esta opcionalidad.

Lo rico e interesante de todo esto, es que las experiencias se han replicado al por mayor en el mundo. Y eso nos abre un abanico de opciones para ver y analizar el fenómeno y hacia el dónde, nos puede llevar. El maestro Jorge Dubbati ha insistido en la imposibilidad del convivio en que estas nuevas dinámicas nos han introducido, pero ha felicitado su llegada como una alternativa a investigar (8). Esto es, las presencias palpables de quienes asistimos al teatro (esos espacios convivenciales) y que, en el encuentro, generamos la conectividad inherente que le da al teatro ese carácter mayor como arte a diferencia de otras. Cabe resaltar, que la apertura de estos nuevos modos de ver la escena, no niegue- ni olvide, en la mera comodidad- ese tenor del compartir los cuerpos en los espacios diversos.

Tercera Llamada: Live Online Now, Mayo 2020

La pandemia nos tomó desprevenidos a todos. Y más aún, a quienes cuesta el aperturar lo que habíamos estado ya viviendo y que quizá no habíamos reflexionado: la ópera del MET de Nueva York, se trasmite “en vivo” desde hace muchos años en espacios como las salas cinematográficas o teatros, donde el espectador cumple su función de llegar, observar de manera pasiva desde su lugar y al terminar, generar el convivio en el intercambio de impresiones. No hay nada diferente con lo que sucede en una sala teatral en la mayoría de las puestas en escena: nos toca llegar, asumir nuestro lugar, mirar y compartir al terminar. Si. El actor está “vivo” frente a nosotros, y ese sentir si agrega una adrenalina plausible a la experiencia de los sentidos que nos satisface a quienes del teatro gustamos.

Aquí el detalle, es que la nueva conviencialidad, aquella que se ha acentuado en los últimos lustros, la que mucho se ha generado e indagado en la escena independiente, es aquella donde el espectador está muy lejos de llegar a sentarse en una sala teatral, donde los espacios alternativos, los espacios incluso, liminales, han roto con mucho, esta idea de imponer el poder de sujeción sobre el espectador- más propio esto del siglo XVIII- y que en México ha sido interpelada de manera más que efectiva por creadores y compañías teatrales, para la investigación de las distintas relaciones y percepciones del triunvirato Idea teatralizada/Espacio significativo/Sujeto emisor-Sujeto receptor.

"CAMGIRL". Guión y dirección: Luis Sierra. Bajo el concepto FICSTREAM de Luly Garza


Ahora la crisis sanitaria pone en relieve la carencia de los espacios físicos (edificaciones) y su convivencialidad tradicional que en ellos se generan, pero, sin embargo, esta misma crisis, abre la posibilidad de confiar y ampliar la mirada a los espacios alternativos y como ya Ileana Dieguez, investigadora y teórica teatral, nos lo ha señalado, los espacios liminales (9). Y parte de ellos, desde su extraña y aún no muy clara radicalidad, los, digamos, medializados con las nuevas tecnologías, sus dispositivos y estrategias, donde las redes sociales son con mucho, el punto de encuentro con estas nuevas formas de ver y reencontrarnos, mientras la sanidad total nos llegue.

Aún tenemos mucho por aprender. Y, sobre todo, muchos paradigmas por romper. Y no solo los hacedores de las artes, sino de igual manera, las instituciones culturales que tendrán que seguir trabajando- es lo ideal- con los creadores escénicos, para juntos, diseñar estrategias que aminoren el impacto que, en lo económico, estos cierres le representan a los aristas y productores del país. Si acaso, mientras se regresa, quizá alguno se pregunte: ¿Cómo equipar los espacios con medios para la trasmisión de sus trabajos in live, si a eso algunos desear migrar o experimentar como estrategia del subsistir? ¿Cómo buscar una remuneración justa a esos trabajos, mediante estas vías, que se deberían seguir haciendo mientras aminora la tormenta? ¿Cómo dibujar un mapeo donde a todos los grupos o colectivos les toque ser parte de estas nuevas posibilidades con el debido acompañamiento institucional?

Jorge Dubbati: El video teatro en tiempos de pandemia, Catedra Bergman de cine y teatro, Mayo 2020.

El teatro está en crisis y en todos los sentidos. Pero bajo ninguna circunstancia está agotado. Se le pondrán las etiquetas que se quieran poner, pero la realidad exige la activación y en los creadores, más que nunca, la organización para reponerse de esta pandémica situación. Pero, por otro lado, el mantener la mirada abierta a las posibilidades creativas que esto conlleva. A la experimentación de nuevas formas y exploraciones. Nuevos públicos que hay que abarcar, nuevas tecnologías (y no solo desde los medios y sus tecnologías) que deben generarse.

Son tiempos radicales. Y volver a la “normalidad” de siempre, sería un verdadero retroceso para las artes en los mundos nuevos. El “reencuentro” con los afectos desde la plenitud de los sentidos y la organización de procesos para producirla, será la tarea para la que habrá aún mucho, que reelaborar de, con y para, la escena nueva.

Agradecemos al Teatro Polivalente del CEART el gran apoyo brindado para poder "asistir" a las presentaciones de #VivoElArte

Referencias:
 (1) La comedia humana/ Archivo Zombie/ Charla con Didanwee Kent Tema: Curaduría
(2) Teatro Mexicano, la wiki del teatro en México:
(3) Teatro UNAM:  
(4) Centro Cultural Helénico, sección videos- monólogos:
(5) Tercera llamada en facebook:
(6) FICSTREAM:
(7) Teatro Polivalente del centro de las Artes/  #VivoElArte, Acciones Escénicas Desde Casa
(8) Jorge Dubatti: El videoteatro en tiempos de pandemia.
(9) Ileana Diéguez: La teatralidad rebasa las artes y se instala en el espacio de vida.

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