Texto y fotos: @juanjosécampos

Marcela Carvajalino (Vera), Pablo Abitia (Neto) y Frida Astrid (Adelaida). "Intrucciones para usar minifalda" dirección y dramaturgia, Enrique Olmos de Ita, Neurodrama en La Carrilla, S.L.P.

Los días 13 y 14 de enero, se presentó la puesta en escena “Instrucciones para usar minifalda” del dramaturgo Enrique Olmos de Ita, en este muy interesante esfuerzo de la asociación Teatral La Carrilla de ser el espacio con propuestas alternativas tanto locales, como en esta ocasión, de proyectos de carácter nacional. Algo muy loable al ser el espacio independiente con 25 años de tradición en tierras potosinas y que amerita las instituciones sigan apoyando y sobre todo, como otros espacios, apoyando la gestión para que mantengan su vitalidad.
Sobre las “Instrucciones …” de Olmos de Ita, donde a cada instrucción, corresponde un breve acto con su debido prefacio y epilogo, la anécdota es sencilla: Neto (Pablo Abitia), un inspector del sistema de transporte colectivo “Metro”, gusta de coleccionar tornillos y buscar el mínimo resquicio para buscarles su sitio, donde puedan penetrar o embonar como bien les corresponde a su función primaria, objeto que sirve de símil para colocarlo como representación del pene y su función de mero penetrador, invasor, acosador que busca en el sentido también más primario de su instrumentación, el hueco por llenar, entiéndase, cualquier vagina que pueda penetrar, ya sea en la lógica de un acuerdo consensuado con quien desee ser penetrado o penetrada o bien, si no hay la más mínima oportunidad para ser correspondido, como es el caso de Neto, “forzar” para entrar en ese orificio de obsesiones, aquí, enfermizas diríamos, “haiga sido como haiga sido”, donde este sujeto verá su también afición voyeurista fortalecida por las distintas cámaras de seguridad de las cuales es el supervisor y consciente de ello, amo y señor de cuanto culo o teta pueda ser registrado desde la impunidad de su nimio puesto de poder.

En la trama, dos mujeres, una, Vera (Marcela Carbajalino), colombiana, obvio, guapa, quien siempre nos habla de su condición de madre y su lucha para salir adelante con su hijo, ambos en exilio forzado de su nación de origen y aquí, taquillera trabajadora en la estación del metro referido, quien “huyendo de la violencia de su país, ha caído en uno aún más violento, como lo es este, México”, nos dice ella misma. Por otro lado, una joven y muy bella (obvio de nueva cuenta), aspirante a actriz, Adelaida (Frida Astrid), que hará lo que sea por encontrar la ansiada oportunidad por aparecer en esos anuncios de marquesinas o bien, de camiones que transitan cada día por la populosa urbe. 

¿Qué las une? Aparte de sueños y anhelos incumplidos y su tremebunda realidad de fracasos cotidianos, también son liadas por el “pervertido” de los tornillos, ese funcionario trabajador del metro, el cual, las acosa de manera perversa (a la primera de manera más agresiva, llevándola al borde de la humillación y la desesperación) y a la segunda, mediante sus fijaciones valiéndose de su “labor de guardia” generando sus propios videohome “calientes” con transeúntes captadas por las cámaras de vigilancia, donde por supuesto, esta joven actriz, tiene un rol más que protagónico con cada abordaje cotidiano.

Un escenario con dos móviles que sostenían cada cual una pantalla que proyectaban tanto imágenes de lo que ocurría en el escenario, como algunas distorsionadas formas de la realidad o analogías de la misma, además de una tarima a manera de escalón en el centro del escenario, apoyando las acciones de estos tres intérpretes que llegaron a San Luis Potosí mediante el colectivo Neurodrama,  dirigidos y con dramaturgia original de Enrique Olmos de Ita,  en el arranque de su gira, producción del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Teatral Nacional, EFITEATRO en el año 2015 con apoyo de la empresa Inbursa.


Una idea que si bien no muestra originalidad, si permite pensar que algo puede ser diferente. Pero no. No pasa de ahí y pasa sin exigirse ni llegar al mínimo riesgo. Un texto que abusa de lugares comunes, que si bien, por ello, varios de los ejemplos ilustrados no dejan de ser una clara muestra de la problemática que en este se plantea- el acoso a las mujeres-, y la misma lucha que se da entre género, en este caso las dos mujeres en su disputa por la venta de un boleto, desde la justificación de sus presionadas realidades, de sus ínfimos espacios cotidianos, Olmos de Ita estructura una dramaturgia que cae en esa tan consabida formula que el mal comprendido feminismo ha abanderado: los hombres son (TODOS) los malos de la historia con respecto a su relación con la mujer y con ello, las mujeres (TODAS) son las víctimas de este mundo donde no es posible,  el mínimo respeto y en ello, la tan sobada igualdad o dicen otros, búsqueda de la equidad queda pobremente expuesta. Un "texto de denuncia" con sujetador para un solo lado.

Y ese es el detalle. Con actuaciones bastante endebles que medianamente logran volverse “creíbles” casi al cierre de la presentación, un trazo burdo e ilustrativo, canciones trozadas e interpretadas por el elenco sin chiste e intención preclara, y ese texto (¡mucho texto por demás redundante!) que trata de justificar en un discurso de sumo ilustrativo mediante la recopilación de ejemplos comunes que refleje su tesis de “defensa” sobre el acoso que sufre el género femenino, Neurodrama muestra una propuesta que uno pensaría es, por decir lo menos, peligrosa.

El seguir fortaleciendo discursos que fomentan la exclusión (los hombres -TODOS- somos unos acosadores y por ende  los hombres -TODOS- somos los “Malos” versus las mujeres -TODAS- son “pobres victimas” y por ende las las mujeres -TODAS- son las “buenas” de la película), dejando de lado la inclusión de las otras visiones que sobre el terrible problema del acoso, abuso y violencia contra mujeres existe, de aquellas personas, que, sin importar el sexo, apoyan para buscar erradicar este terrible problema. No se plantea en esta puesta, que de igual manera, existen en ambos géneros tanto hombres que agreden como aquellos que apoyan y al igual que mujeres que también agreden  a las propias mujeres y mujeres que apoyan a las mujeres. Bueno, reculo un poco sobre esto último: al final, la alianza y entendimiento entre estas dos mujeres, permite llegué el "castigo" sobre el pervertido. Pero vamos, ya me acusarán las feministas radicales de que mi argumento es parte del “micromachismo” patriarcal que minimiza  e intenta justificar, pero, perdón, en la apertura del tema, la cosa no debe pasar por simplismos ramplones. Se trata de buscar y generar un pensamiento y relaciones de apoyo en la equidad. Y ante esto, el teatro tiene un papel que en sus discursos debe ser menos maniqueo.

En momentos de extremismos y radicalismos, estos discursos feministoides se vuelven chocantes y fastidiosos. Y extraña que sean apoyados para una gira, no solo por su discurso que peca de simplista, sino por una puesta en escena carente de creatividad, donde si bien se apuesta a lo mínimo, ese mínimo es pobremente y en mala calidad aprovechado.

Un actor vestido de "sexi mujer" indagando sobre lo más vital de la humanidad mientras sufre el "acoso" de dos mujeres en sexi lenceria, una botella incrustada en el pene del actor, como quien incrusta ese pene (o ese tornillo) en una vagina (u orificio cualquiera) son relaciones que llegan al extremo de su obviedad, al cerrar la puesta agitando una botella con liquido gaseoso y abrirla de golpe sugiriendo una eyaculación que moja todo (y a todos), lo que haya alrededor.


Bien dicen que coger y eyacular, cualquiera puede, tiene la facultad y está en su más primario y elemental derecho, pero.... hacer el amor y compartir un orgasmo, es algo que cuesta un poquito más de trabajo, labor e imaginación. Y estas “Instrucciones para usar minifalda”, sin duda alguna, fue una simple y llana, mal cojida de pobre eyaculación. El gato por liebre que se siguen tragando algunos o el tornillo que nada más no encontró el ancho de su hueco en su débil fabricación.

Neurodrama AC Teatro
"Instrucciones para usar minifalda"
Dramaturgia y Dirección: Enrique Olmos De Ita
Elenco:
Personajes:
Adelaida: Frida Astrid
Vera: Marcela Carvajalino
Neto: Pablo Abitia
Asistencia de dirección y VJ: Carlos Cortés
Producción ejecutiva: Liliana Carpio
Asistente de producción: Gabriela Gómez
Diseño y realización de escenografía, vestuario e iluminación: Ricardo Salgado
Multimedia y diseño de imagen: Elsa Oviedo
Diseño sonoro y música original: Ana Isela Carpio
Co-asistencia de dirección: Maida Almanza
Entrenamiento: Luis Miguel Molina
Relaciones públicas y marketing: Frida Astrid
Dirección de escena y producción general: Enrique Olmos de Ita
Agradecimientos: Karime Gutiérrez Yanko Bribiesca (Prensa y medios) Capitán Gall
Checa la agenda LUMEN:

Twitter: @LumenFC


Leave a Reply