"SEÑORAS…" O CUANDO LO COTIDIANO NOS ARRASTRA A DOCUMENTAR NUESTRA MEMORIA.

Por: Juan José Campos Loredo
Fotos: Carolina Jayme Foyo


"El teatro es una especie de caja de resonancia. 
Nada de lo humano le es ajeno”
José Sanchis Sinisterra





¿Cómo lo cotidiano de tres mujeres “cotidianas”? Esa cotidianidad de miles reflejada en el espacio de tres. Tres mujeres: amas de casa, oficiantes, profesionistas; mujeres esposas, madres, hijas, compañeras de vida de unos, de otras, de ellas mismas, para volverse en sus vivencias de matriz, un espejo de cada ser humano que, en ellas, se reflejan de manera directa, sin cortapisas, sin entretelones, tal cual, como son y como deben ser: sin ambages, sin personajes, personas para percibirnos como personas todos.

“SEÑORAS, una obra con mi mama y sus amigas”, de Sayuri Navarro con trabajo dramaturgista de Darío Álvarez, es una puesta en escena a manera de documental, que se presentó en el Teatro Polivalente del Centro de las Artes de San Luis Potosí los últimos días de junio de 2019, como resultado de la beca FONCA en coinversiones, primera que obtiene la joven directora con una destacada ya trayectoria de siete años en creación con la agrupación potosina Monos Teatro.





La conexión es directa, inmediata: tres mujeres, Mary, Irma y Josefina, se nos presentan en la escena y enseguida lo obvio: no tenemos a actrices de “experiencia” en la escena teatral (lo que sea que se entienda por eso), pero si tenemos a tres mujeres valientes en toda la extensión que este último término implica. Valientes de pararse en un escenario para hablarnos de ellas mismas, de esa EXPERIENCIA que vale y vale bien y mucho: las suyas, esas que se empatan en el acompañamiento de sus días, las vivencias que a pesar de la aparente separación temporal (entre una y otra hay un promedio de 10 años de diferencia), en la hermandad del ser mujer en un país que las abandona y las deja en sus historias sin darles voz.



Por ello la gran relevancia de esta propuesta: la voz de la escena para los sin voz, para los muchos olvidados, pero siempre presentes dentro de nuestro universo cotidiano. Y ellas, las mujeres, las más silenciadas que nunca. Aquí sus voces se amplían, sus modos y formas de lenguaje son identificables para muchos de nosotros: ya la abuela, ya la tía, la madre, la hermana, las muchas mujeres que reconozco (reconocemos), en mi entorno y que no dejan lugar a dudas de lo que mucho nos significan para bien y para mal.





Sayuri Navarro propone desde la indagación en vivo de las “interpretes”. Las cuestiona, les pregunta, les recrea con su propia voz a micrófono abierto y ellas, se dejan llevar en la franca espontaneidad de sus respuestas; ya sobre los hijos, sobre sus orígenes, sobre su presente, el futuro que nunca deja de pensarse, pero que se abre con infinitas posibilidades. Accionistas de sus propias vivencias, ejecutan éstas abriendo su memoria y en ocasiones, abriendo las heridas que la vida misma les deja y que nos brindan con suma generosidad. 





“SEÑORAS, una obra con mi mamá y sus amigas”, la voz de tres, que son la voz de una, la voz de muchas, de muchos, porque en el fondo, todos vivimos en la cotidianidad que nos envuelve, nos lleva, nos pierde…y nos hace ganar mucho, para deleitarnos de nuestras propias victorias conquistadas, para invitarnos a ser valientes. Valientes ellas, valientes nosotros mismos.



Un proyecto escénico entrañable cocinado por 18 meses que, sin duda, es el ejercicio más poderoso e interesante del teatro potosino en lo que va de este 2019 y uno de los más relevantes de nuestra escena sanluisina. Imperdible cada vez que pueda volver a presentarse.

Proyecto ¿Dónde estarán nuestros tiempos? *
Dirección: Sayuri Navarro
Dramaturgista: Darío Álvarez
Compañía: Monos Teatro
Señoras: Mary Leyva, Irma Téllez y Josefina Rivera.
Iluminación: Laura Martínez
Fotografía y vídeo: Joaquín O. Loustaunau y Pablo Melgoza Navarro
Diseño visual: Caín Coronado.
Diseño sonoro: Sayuri Navarro.
Con textos de Mary Leyva, Josefina Rivera, Irma Téllez, Sayuri Navarro, María Auxiliadora Álvarez, Jenny Londoño y Julia de Burgos.

*Proyecto apoyado por Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2018


Gracias por visitar: www.facebook.com/lumenflujocultural


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DE “FELISA”, SU “AMOR DEL BUENO” Y AQUEL- TAN NUESTRO- PATRIARCADO TÓXICO.

Por: Juan José Campos Loredo
Fotos: Carolina Jayme Foyo
“Primero va el comer, luego va la moral.
Bertolt Brecht,
“La ópera de los tres centavos” 

¿Cómo deconstruir la realidad? ¿Cuáles las vertientes para cuestionar los “usos y costumbres” más arraigados en un acto social- como lo es una Boda- que repite patrones y esquemas difíciles de desarraigar? ¿Dónde la delgada línea entre la realidad que es y aquella que se debe cuestionar? ¿Hasta dónde nos debería reflejar nuestro espejo social? Cuestionamientos que nos incita a realizarnos, “FELISA”, la nueva creación de la compañía teatral El Rinoceronte enamorado, en su teatro homónimo, bajo la dramaturgia y dirección de Jesús Coronado a partir del cuento “Amor del Bueno” del escritor mexicano José Agustín (Acapulco, Guerrero, 1944), ejercicio realizado en colaboración con los alumnos de 8º. Semestre de la Escuela Estatal de Teatro, así como de actores invitados a esta propuesta escénica.
Amor del bueno, es una breve narración que describe los acontecimientos ocurridos en una boda, mismos que el autor -iniciador del movimiento literario denominado “De la Onda” en los años sesentas-, tomó como referentes de una nota periodística, y que describe a manera de una comedia de enredos, un suceso, que culminaría en una delegación de policía.

La obra nos instala como “invitados” en el salón “Tovar”, minutos antes de la llegada de los protagonistas de La Boda que vivenciarán Felisa y Leopoldo, detalles de la misma que iremos conociendo de la voz de Luis, hermano menor del novio, quién vive de manera más que entusiasta este gran acontecimiento familiar que habrá de desarrollarse. 
Los padres y suegros ya de uno u de otro; los hermanos, las amigas damas de compañía, un juez, el compadre, los “colados” y, el infaltable en fiestas de barrio que pueda apreciarse, sargento de policía siempre “en vigilia” ante cualquier desmán en este tipo de concurridos eventos, protagonizan esta puesta, cuyas viñetas escénicas nos llevan a las más arquetípicas situaciones que pueden aquí, suceder.
Con una más que una destacada producción a la construcción de época mediante un vestuario y caracterización de casi una veintena de personajes en escena, Jesús Coronado lleva de manera ágil y dinámica, una serie de eventos donde la violencia de parte del novio hacia la novia en pleno acontecimiento, despliega las interacciones de las distintas partes involucradas en un aparentemente inacabable círculo, donde quedan expuestos esos roles sociales tan colocados, en una sociedad machista y patriarcal, ya en las acciones de los hombres, como, en las de las mujeres: la novia- esposa sumisa, el macho violentador, los familiares “anexos”, varones de virilidad cuestionada o mujeres de escuela matriarcal en siempre contradictoria defensión del patriarcado o en clara victimización de un idealizado “amor romántico” no realizado y embuido en ello, la "ley" siempre lista para corromper, en un entorno, donde toda actitud violenta puede ser minimizada y exculpada con el fin de cumplir la función social de mantener el orden social “natural” que debe siempre prevalecer.
Jesús Coronado nos muestra de nueva cuenta, esa maestría para manejo de espacio y sobre todo, manejo de grandes elencos que logra bien diseminar en la escena, llevando el ritmo con coreografías que dan color y brindan brillo en momentos que nos permiten ir desglosando cada una de las situaciones que se van planteando rumbo a un clímax que no deja dudas en lo escénico, pero si en lo que podría ser un mensaje indefinido, una postura no muy clara de parte del realizador sobre el tema de violencia de género. Queda una sensación de ser testigos de una mera postal, una recreación de acciones y sucesos, una fotografía que parece remarcar aquella frase surgida del argot político mexicano del siglo pasado: “que todo se mueva… para que todo siga igual”.
Y en tiempos de igualdad de género, de una fuerte discusión sobre estos temas en el contexto social contemporáneo, uno se preguntaría si solo basta la mera recreación, o bien, se hace necesaria la contundencia de una postura que no quede solamente la simple contemplación.  Y aquí, el remitirnos a una frase más del dramaturgo alemán Bertolt Brecht: "El hombre que no debe seguir tal como es, es necesario verlo también como podría ser y acostumbrarse a esa visión". Y sí, me dirán, eso depende del espectador, pero…en fin.



Y si bien, la idea de “amor del bueno” en los sesentas, parecería vinculada a la naturalización del permanecer en una relación a pesar de su toxicicidad, ¿Hoy día deberíamos cuestionarnos eso? ¿Cuál es el “amor del bueno”? ¿A qué deberíamos llamar así? ¿Quizás al concepto de “amarnos y respetarnos a nosotros mismos”, lejos, muy lejos de todo paradigma que justifica per se, la violencia en cualquier tipo de relación?


Más allá de lo anterior, FELISA, es una puesta en escena que bien vale la pena verse, celebrarse, y, sobre todo, reflexionarse. Enhorabuena al Rinoceronte Enamorado.


“FELISA”. creación número 46 de la compañía El Rinoceronte Enamorado, en el marco de su 24 aniversario.
Inicio de Temporada: 14 de junio de 2019/            
Funciones: Viernes (8pm) Sábado y domingo (7 pm)
Entrada general: $120.00/ Aplican descuentos habituales
Teatro El Rinoceronte Enamorado
Carlos Tovar #315, Zona Centro




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